Viaje a Mechuque

Hola a todos,
Ayer después de desayunar la señora América, dueña de la residencial nous sugirió tomar un tour a la isla de Mechuque, una de las islas Chauques al este de Chiloé. El tour dura todo el día y el hecho de partir allí fue inesperado pues habiamos programado visitar Castro. Fuimos a la plaza de Castro, nos inscribimos, costó aldededor de 20 € -15000 $ por persona. Salimos de Castro en dirección de la pequeña ciudad costera de Dalcahue, donde visitamos el museo, la iglesia no la pudimos visitar pues en ese momento habia un oficio religioso mortuario. En el museo aprendimos entre otra cosas que Chiloé significa El lugar donde estan las gaviotas. y recorrimos otra feria artesanal. (Un poncho de lana cuesta allí 20 €, en Iquique lo vimos a 43 €. ) . Partimos y después de un trayecto de casi una hora nos encontramos en el villorio de Quicaví. El camino era rural de tierra, el paisaje agreste mostraba una riqueza vegetal muy tupida. En el borde del camino habían unos arbustos espinillos que son una plaga implantandos por los alemanes para separar terrenos. Enormes hojas de pangue de más de un metro y medio de diametro nos sorprendieron mucho, sus tallos se llaman nalcas y son comestibles. En Quicaví nos esperaba una embarcación tipo barcaza que nos llevó hasta la isla de Mechuque. El trayecto duró casi una hora. Caminamos hasta una casa donde los dueños nos esperaban para mostranos la preparación de un CURANTO en HOYO. En este hoyo las piedras ya estaban calientes sobre leña incandescente. Todos vimos la puesta de centenares de cholgas y almejas, cubrieron totalmente éstas con verdes hojas de pangue, agregaron sobre ellas carne de chancho ahumados, longanizas, pollo y grandes papas chilotas, otra capa de pangue y finalizando con chapaleles y milcaos. Otra capa de pangue, una capa gruesa de habas en su vaina, otras capa de pangue, y cubrieron el todo con lonas y afirmaron el conjunto con piedras y otros objetos pesados. Una verdadera olla a presión.Nos pidieron volver en una media hora para ver el destape. Cuando volvimos comenzó la operación. El vapor salia en forma abundante, dos mujeres y dos hombres sacaron los diferentes ingredientes tratando de no quemarse y los pusieron en recipientes. Pasamos a una gran mesa donde nos sirvieron el curanto todo esto regado con un delicioso vino proveniente de Curicó. Comimos cholgas y almejas hasta cansarnos y hasta quedaron. Las carnes y las otras cosas eran riquísimas. Eramos en total 25 personas que venían en 2 minibuses. La acogida fue excelente y nos sentimos como en casa.Después fuimos a una cumbre de una colina para admirar las diferentes islas y los lejanos volcanes que se apercibían, como el Corcovado. De vuelta a Quicaví fuimos a ver las cascadas de Tocoihue, no muy anchas pero que caen de + o - 50m.Allí hay un lugar de acogida donde nos restauramos. El curanto da sed... Allí, acompañados de un acordeón que tocaba el dueño, cantamos y bailamos.
Volvimos hacia las 10 de la noche, contentos y deseosos de recomenzar.